Los medios conservadores repiten la frase “la política es el arte de lo posible” sobre todo cuando los políticos de turno quieren llegar al gobierno dejando en la cuneta su programa. Analizar este pacto conviene hacerlo desde varias perspectivas. La primera de ellas es la estrategia política que utilizan estos partidos de cara a las elecciones. El pacto de los presupuestos supone un intento de gobierno de “progreso”.
Pablo Iglesias ha declarado que son un primer paso para revertir las políticas antisociales y contra las clases populares del gobierno de Rajoy. Con el pacto estos partidos plantean que se puede mejorar desde el gobierno la situación de las clases trabajadoras, preparar las elecciones y un posible próximo gobierno de izquierda. El “cambio” que muchos ven en Sánchez hacia la izquierda tiene un claro objetivo electoralista. En efecto, para Pedro Sánchez es necesario recuperar la credibilidad de su electorado decepcionado que había dejado de votarle y fueron a parar muchos de ellos a Podemos. Esta suerte de gobierno de izquierda que ensayan UP y PSOE se revalidaría según los resultados del calendario electoral. Por otra parte, Pablo Iglesias busca llegar al gobierno haciendo posible el tradicional pacto de izquierdas y reivindicarse para las próximas citas electorales. En esta partida de ajedrez electoralista, buscan, unos y otros, su aumentar sus votos.
Necesitan, ahora para aprobar los presupuestos, una mayoría en el Congreso que obtendrían con los nacionalistas. Por ello Pablo Iglesias se ha entrevistado en la cárcel con los políticos presos, para buscar su apoyo. Artur Mas, de la más rancia derecha catalanista, ahora independentista y campeón de los recortes sociales en Cataluña, ya ha declarado que habría que reflexionar sobre si se quiere un gobierno en Madrid con PP, Ciudadanos y Vox o apoyar a este gobierno y sus presupuestos. Si consiguen la aprobación, después de las elecciones andaluzas, puede que Sánchez se mantenga en el gobierno hasta las elecciones generales en 2020 o puede si las cosas le van mal, que prepare elecciones anticipadas.
Sin lucha no hay cambio social
La segunda perspectiva es analizar este pacto desde la realidad e intereses de la clase trabajadora. En este estado de cosas, analizar las medidas de los presupuestos como avances, aún siéndolo en pequeña medida, y como el porvenir del próximo gobierno es un error y volver a engañar a la gente. Rosa Luxemburgo en “Reforma o Revolución” con claridad explicaba el engaño del parlamentarismo capitalista. En la sociedad capitalista, contrariamente a la sociedad feudal o del antiguo régimen, el poder político está separado del poder económico y el parlamento y su gobierno aparecen a los ojos de la gente como si tuvieran el verdadero poder. Este espejismo democrático lleva a pensar que, cambiando el gobierno, con presupuestos incluidos, podemos cambiar los males que originan la situación de las clases populares.
Sin embargo, la realidad es ocultada para que el verdadero poder de la sociedad no aparezca a la luz pública. El verdadero poder es el económico que está en los grandes banqueros y empresarios. Poseyendo el poder del dinero, compran, corrompen, manipulan o contratan legalmente o en negro a la población y a los políticos. Si a ellos la ley no les gusta, no la acatan y punto. Cerca de medio billón de euros están fuera de España sin declarar al fisco según el nuevo director general de la agencia tributaria Jesús Gascón. El ejemplo último de la actuación del presidente del Tribunal Supremo respecto a la sentencia que obliga a los bancos a pagar y devolver el impuesto de actos jurídicos lo demuestra.
El avance social no está en los presupuestos
Hacer creer que los presupuestos son un avance y que pueden abrir el paso a otra nueva política encierra el engaño de no ver que la realidad social está determinada por la correlación de fuerzas entre el mundo del dinero y el mundo del trabajo, entre los capitalistas y los trabajadores y en esta correlación de fuerzas la clase trabajadora, aún con todo su potencial intacto, está en una situación desfavorable.
En la situación actual de crisis del sistema capitalista no hay márgenes para avanzar en la dirección de progreso social de la clase trabajadora si no hay medidas contra el capital. Las medidas efectivas en este sentido de clase tienen que obligar a los capitalistas a pagar su crisis y éstas sólo podrán imponerse si la correlación de fuerzas está a favor de las clases trabajadoras y populares.
Pretender gobernar a lo “socialdemócrata” con las medidas del pacto, “soñando” con nuevas elecciones y futuros gobiernos, solo llevará a nuevas frustraciones y una derechización de la situación. Ya tenemos experiencia desde Felipe González o Santiago Carrillo.
La situación social de las clases populares necesita soluciones reales y no falsas promesas electoralistas. Medidas que protejan a los trabajadores de la precariedad y de los recortes sociales serán las que inviertan a favor del mundo del trabajo la situación social. Por ejemplo: contra el paro prohibir los despidos y ERE, repartir el empleo y el horario entre todos sin bajar los salarios, subida automática de los salarios y pensiones según el IPC, apertura pública de las cuentas de las empresas y bancos y control de los trabajadores de la producción, serán medidas que revertirán a situación y ésta solo puede venir de la lucha obrera.
La verdad es revolucionaria y todo presupuesto de Estado que no ataque los beneficios de los capitalistas y proteja a la clase trabajadora movilizada, está abonado inevitablemente al fracaso y favorecerá el desencanto y la pasividad. Nuestra clase tendrá que moverse, reivindicarse dando un puñetazo en la mesa, única manera de hacerse entender por aquellos que solo buscan el beneficio a costa de la sociedad y del trabajo humano.
ALGUNAS MEDIDAS PACTADAS
1. -Subida del IRPF a las rentas superiores a los 130.000 euros.
2. -Subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros en el 2019.
3. -Reforma de la ley de arrendamientos urbanos para dar más protección a los inquilinos y permitir la regulación por parte de los ayuntamientos de precios del alquiler en zonas tensionadas y aumento en 200 millones de euros el presupuesto en plan estatal de vivienda.
4. -Revalorización de las pensiones de acuerdo con el IPC y subida de las pensiones mínimas y no contributivas un 3% en el 2019.
5. -Desarrollo del modelo de transición energética, crear un bono social energético único y revisar los beneficios a las eléctricas.
6. -Aumento de la dotación de las ayudas a la dependencia.
7. -Acuerdo para mejorar las becas y reducción de tasas universitarias.
8. -Recuperación del subsidio por desempleo para mayores de 52 años estableciendo el cómputo de rentas sobre la base de la persona beneficiaria y no de la unidad familiar.
9. -Fin del artículo 315.3 del Código Penal, que castiga con penas de cárcel a los piquetes en las huelgas.
10. -Reforma del impuesto de sociedades para que las grandes empresas no tributen por menos del 15%, gravar los dividendos y las plusvalías de las empresas e impuesto a las transacciones financieras.
11. -Subida del impuesto de patrimonio el 1% a las fortunas de más de 10 millones de euros.
12. -Autorización a los ayuntamientos para gastar su superávit en asegurar escuelas infantiles de 0 a 3 años.