Hoy, martes 17 de diciembre, las manifestaciones, que han reunido de nuevo a cientos de miles de personas en el país, han sido un éxito, a pesar de las cascadas y cascadas de discursos de todos los palmeros del macronismo movilizados en todos los medios para repetirnos mecánicamente el mismo discurso, hasta la náusea.
La determinación de los trabajadores es palpable, y no sólo contra la edad de referencia, la parte del plan del gobierno que ha indignado mucho al líder de la CFDT, Berger. Los ferroviarios, los trabajadores de la RATP, los profesores, pero también numerosos asalariados del sector privado, han ocupado las calles de las ciudades. ¿Una participación del sector privado que sólo puede explicar los cientos de miles de mujeres y hombres que han tomado las calles?
Así pues, la movilización contra el plan del Gobierno se mantiene a un alto nivel, a pesar de todas las dificultades y los obstáculos con que se tropieza para ponerse en huelga o para asistir a una manifestación cuando no hay transporte. En la prueba de fuerza desencadenada por un gobierno a las órdenes de la gran patronal, el mundo del trabajo ha recuperado el control de nuevo. ¡No es el momento de soltarlo!