La situación de miles de familias castigadas por el paro empeoró con la llegada de la pandemia. Incapaz de dar una respuesta adecuada a la población, garantizando el empleo y creando puestos de trabajo dignos, el gobierno formado por Psoe y Unidas Podemos sacó adelante la Renta Mínima Vital como forma de subsidio.
El gobierno otorgó esta renta de oficio a unas 80 mil familias en riesgo de pobreza extrema. A partir de ahí la ayuda se puede solicitar a la Seguridad Social reuniendo una serie de requisitos.
Aquí comienza un sinsentido de trabas burocráticas, un trámite atascado por la falta de recursos en la administración que impone denegaciones y retrasos a mansalva desde que comenzaran a gestionarse.
Desde que se pusiera en marcha, en junio, tan solo se han tramitado efectivamente 85.000 solicitudes de las cerca del millon presentadas. La falta de trabajadores públicos ahora se parchea con la subcontratación, llevando una parte del trámite una empresa pública accionariada por la SEPI, que se nutre de contratos temporales.
El remedio ha sido peor que la enfermedad y algunos medios ya denunciaron irregularidades cometidas por la empresa en estas labores. El alto nivel de rechazos a la población más necesitada solo significa que se tapan los errores con más errores.
Es urgente llevar a cabo un plan para crear empleo público. Para acabar con el paro y para mejorar el funcionamiento de unos servicios públicos bajo mínimos.
Contra el paro ¡reparto del trabajo entre todos sin bajar los salarios!