Sí a la obligación... ¡de contratar en hospitales y aumentar los cuidadores!

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Textos del semanario Lutte Ouvrière - 12 de julio de 2021
12 de julio de 2021

Además de haber anunciado que volverá sobre el tema de la jubilación lo antes posible, y que las prestaciones por desempleo bajarán, Macron ha anunciado la obligación de vacunarse de los cuidadores, la extensión del pase sanitario y el fin de las pruebas de PCR gratuitas en otoño. Ninguna de estas medidas aborda los problemas planteados por la pandemia. Sirven sobre todo para ocultar los incumplimientos y la negligencia del Estado.

Macron habla de vacunar el planeta. Pero tanto él como los otros dirigentes del mundo son incapaces de hacerlo. A pesar de sus promesas, solo el 1% de las dosis se han administrado en países pobres, porque no quieren imponer la liberación de patentes a las corporaciones farmacéuticas.

A este ritmo, India o Sudáfrica, que podrían fabricar sus propias vacunas si dispusiesen de las patentes, tardarán años en vacunar a su población. Para entonces, ¿cuántas nuevas oleadas y nuevas variantes habrán tenido lugar?

Para ocultar esta impotencia y su gestión fallida, en Francia, Macron agita el palo de la obligación de la vacuna. Así pues, esta obligación afectaría a los cuidadores en un sentido amplio. ¿Serán castigados las enfermeras, los auxiliares o los conductores de ambulancia recalcitrantes? ¿Serán suspendidos y sancionados sin salario, como en Italia? ¿Serán despedidos? En cualquier caso, esta amenaza de sanciones es inaceptable.

Macron no ha acusado a los cuidadores no vacunados de "no asistencia a personas en peligro", como hizo Bayrou, o de "traición", como se atrevió a hacer Kouchner. Pero nos sirve el mismo plato repugnante. Si hay mujeres y hombres que han asumido sus responsabilidades en esta crisis, ¡son los que nos han cuidado a riesgo de su salud y de su vida! ¡Y para trabajar hoy en hospitales, residencias de ancianos o en la ayuda a domicilio, es necesario dedicación y espíritu solidario!

Macron ha reiterado que prefería "convencer" en lugar de "coaccionar".

¡Bien, esta bonita filosofía no se aplica claramente a los trabajadores! Frente a ellos, el gobierno solo conoce la política del palo, ahora les toca a los cuidadores tener esta amarga experiencia. Es la prueba de que a Macron como a Véran, la ministra de Salud, no le importa lo que piensen los cuidadores, se ríen de sus sentimientos, sus dudas y sus miedos. Y esto no viene de ahora.

Los cuidadores son los mejor situados para saber que la salud y el bienestar de los enfermos no es la prioridad del gobierno. No olvidan que tuvieron que hacerse trajes protectores con bolsas de basura al comienzo de la crisis y que algunos incluso se vieron obligados a trabajar con el Covid. ¡Y hoy los responsables de este caos se atreven a sermonearles y acusarles de "irresponsabilidad profesional"!Lo peor es que continúa la gestión capitalista de los hospitales, con la externalización de los servicios de limpieza, cierres de camas y ahorro a todos los niveles. El ministro de Salud lamenta la falta de enfermeras, pero se niega a financiar la formación solicitada por los auxiliares de enfermería. Deplora las renuncias, pero se niega a aumentar los salarios y contratar masivamente.

Con los escándalos sanitarios, incluido el del Mediador, la patronal de los laboratorios han demostrado que fueron capaces de mentir a los pacientes y envenenarlos, para seguir cobrando ganancias. ¿Y quién se atrevería a decir que esta campaña de vacunación no es también una cuestión de muchísimo dinero para algunos capitalistas? De ahí viene el disgusto y la desconfianza.

Podemos lamentar que todo esto haya dañado la confianza en el discurso científico y en la vacunación, pero la sociedad capitalista es lo que tiene: distorsiona y pudre todo lo que toca.

Si hay que pedir cuentas por la gestión catastrófica de esta pandemia y por los fallos de las vacunas, es a los que dirigen la sociedad a los que hay que pedir cuentas Pero no caigamos en la trampa de la manipulación que pretende dividirnos y enfrentar a una parte de los trabajadores contra otra.

Todos los trabajadores pueden reencontrarse y unirse trás de un programa simple:

¡Obligación de contrataciones masivas en los hospitales!

¡Obligación de aumentar los salarios!

¡Obligación de hacer públicos los contratos firmados con las grandes farmaceáuticas que fabrican las vacunas y los tests!

¡Obligación de liberar las patentes de vacunas y ponerlas a disposición de los países pobres!

En este terreno, los cuidadores y todos los trabajadores tienen los mismos intereses que defender.

EDITORIAL DE LOS BOLETINES DE EMPRESA DE LUTTE OUVRIÈRE