Telefónica ha anunciado un ERE que afectaría entre 2.500 y 3.000 trabajadores para sus tres sociedades en España (Telefónica España, Móviles y Soluciones).
Desde octubre se venía especulando en los medios sobre la posibilidad de que se llevara a cabo un nuevo PSI. La empresa preveía replicar las condiciones de anteriores PSI, con condiciones muy ventajosas, incluso se valoraba el número de trabajadores que quedarían afectados en función de los tramos de edad y sobre las condiciones de salida de los mismos. Todo ello tras anunciar la empresa la salida pactada de directivos y altos cargos.
La empresa ha dado un giro a todo lo anunciado y ha terminado por desvelar sus verdaderas intenciones que no son otras que asegurar la destrucción de puestos de trabajo no mediante la aplicación de un nuevo PSI, sino directamente mediante despidos.
Por supuesto el ERE no es el PSI; ya no se condiciona la salida voluntaria de trabajadores, ni la empresa pagará su Seguridad Social hasta el momento de jubilarse. En su lugar, con el ERE, Telefónica decide que trabajadores abandonarán la empresa y éstos solo percibirán la indemnización por despido que marque la ley en función del tiempo trabajado.
Telefónica se ha sumado así a la carrera por los despidos que iniciaran meses atrás las Big Tech con la excusa de que las nuevas tecnologías están volviendo inservibles muchos puestos de trabajo. Es el caso de empresas como Google, Meta o Microsoft, que dicen que sus beneficios han disminuido y quieren seguir manteniéndolos precarizando las condiciones de trabajo futuras. ¡No sobran puestos de trabajo, éstos los están sustituyendo por empleos precarios!
El último ERE que llevó a cabo Telefónica afectó a 6.830 trabajadores entre los años 2011 a 2013. A partir de este ERE el gobierno del por entonces Rodríguez Zapatero modificó la ley, creando un nuevo artículo llamado “enmienda Telefónica” para que el Estado no tuviera que correr con el elevado costo de sufragar este tipo de despidos. Este cambio obliga a las empresas con beneficios que despidan a trabajadores de 50 o más años a contribuir financieramente con el pago de las prestaciones sociales tras efectuar el despido y el propio paro. Por esa razón telefónica no ha vuelto a ejecutar un ERE.
Hasta ahora. Y por esa razón hay que exigir que los beneficios obtenidos a costa de los trabajadores se usen para repartir el trabajo sin bajar los salarios, aprovechar las jubilaciones para crear empleos y no para que los accionistas se sigan llenando los bolsillos.