Un sistema que hace prevalecer la salud de los beneficios y de la banca antes que la salud de las personas, es un sistema que falla y no hay gobierno de “progreso” si esconden esta verdad tras las buenas intenciones
El gobierno acaba de aprobar nuevas medidas que amplían las tomadas hasta el momento. Entre otras, una moratoria de seis meses para el pago de las cotizaciones sociales, para autónomos y pequeñas y medianas empresas y el aplazamiento sin intereses del pago de las deudas con la Seguridad Social. En el caso de la cuota del mes de abril, los autónomos y empresas podrán solicitar el aplazamiento a un interés reducido del 0,5%, que según el Ministerio es «un interés siete veces inferior al que normalmente se establece». ¡Sin palabras! Se establece también un aplazamiento de las hipotecas de locales y oficinas de autónomos, también para los colectivos más vulnerables. En resumen, aplazamientos de la miseria que se les viene encima.
Estas medidas de ayuda a los autónomos llegan, precisamente, en un día muy difícil para los más pequeños, pues justamente hoy ya han tenido que pagar la cuota de marzo, que dicen que ya verán cómo se devuelve a aquellos que no han podido trabajar el mes entero; ¡queda lejos la reivindicación de cuota cero, mientras los ingresos sean cero!
Igualmente se ha aprobado un subsidio para trabajadoras del hogar, en su mayoría mujeres, que percibirán el 70% del SMI, cómo máximo; queda por ver la letra pequeña de esta y las otras medidas anunciadas a día de hoy, como el subsidio de desempleo temporal por extinción de los contratos temporales -que podrá cobrarse un mes y que va a suponer unos 440 euros-, etc. ¡Ni siquiera se están atreviendo a pagar el SMI, 950€!
“El gobierno hace lo que puede, es una situación inédita, están desbordados…” Estos y otros argumentos se oyen desde posiciones de izquierda, trabajadores que opinan, con razón, que si fuera la derecha la que estuviera en el gobierno las cosas serían peores. Pero la situación no se presta a entrar en estas consideraciones; de hecho, gobiernos de derecha en Europa están aportando soluciones muy similares e incluso en ciertos aspectos mejores.
Por supuesto, que es preferible tener un gobierno más sensible con el drama social y laboral que supone la epidemia del coronavirus; pero no hay que dejar de señalar y denunciar que las medidas se quedan cortas y que si realmente se quiere aliviar el sufrimiento de tantos trabajadores y autónomos bastaría con requisar un poco –tan sólo un poco- de las grandes fortunas de este país y que tienen en los bancos.
Para parar esta epidemia social no bastan medias tintas. Ni pueden servir los trabajadores sanitarios como escudo humano de salvación de los demás. Por ello, hay que exigir todos los medios que los sanitarios vienen reclamando, hay que exigir el pago de nuestros salarios íntegros, cuota cero para los autónomos y un salario mínimo interprofesional, adecuado para todo aquél que lo necesite. Y esto solo podría ser el principio.
Un sistema que hace prevalecer la salud de los beneficios y de la banca antes que la salud de las personas, es un sistema que falla y no hay gobierno de “progreso” si esconden esta verdad tras las buenas intenciones. Protegerse del coronavirus –de este o de otros futuros- es erradicar también el virus del beneficio, de la propiedad privada y la rapacidad patronal.